Y de alguna manera Comunicarte algo de ese AMOR

(...)y deambular por toda la ciudad pensando que sin vos está vacía y querer todo lo que querés y pensar que me estoy perdiendo a mí misma y saber que con vos estoy a salvo y contarte de mí misma lo peor e intentar darte lo mejor porque vos te lo merecés y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesta porque sé que vos lo preferís y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me eches de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a vos porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hacer el amor con vos a las tres de la madrugada y de alguna manera comunicarte algo de ese amor abrumador arrasador incondicional omnipresente e inmortal que enriquece el corazón y libera la mente ese amor eterno y presente que siento por vos(...)

jueves, 17 de marzo de 2011

Qué trabajo me va a costar dejarte marchar.

Te vas a ir lleno de mi y vas a volver sin conocerme.
Qué trabajo me va a costar dejar sobre tu pecho posibles realidades de imposibles minutos.
A la tarde, en la montaña, un perseo te va a limar las cadenas.
¡Y te vas a ir corriendo por los montes, hiriéndote los pies!

Invierno de saco azul,
nadie te va recordar
pero dentro de mi siempre te vas a quedar
siempre conmigo vas a estar.
Mano gigante Dios, tu mano enseñaba vivi
rquiero tu saco azul y volver a ser como fuí
volver a casa y verte allí.

No van a poder seducirte ni mi carne ni mi llanto.
Ni los ríos donde dormís tu siesta de oro, tampoco.
Desde oriente a occidente voy a llevar tu luz gigante.
Redonda.
¡Tu luz enorme que convierte mi alma en canción aguda!
¡Desde oriente a occidente!
¡Qué trabajo me va a costar dejarte ir con los pájaros!
¡Voy a levantar tus brazos y se los voy a regalar al viento
¡Voy a levantar -así- tus brazos y se los voy a regalar al viento!
No voy a llorarte más, voy a seguirte hasta el sol
ni voy a soñar con vos, voy a usar tu corazón de león
yo voy a usar tu corazón.
No queda nada aquí, ya no hay nada que cuidar
sólo es tu pecho Dios, que empuja como las olas del mar
siempre conmigo vas a estar.
El mundo va a caer, va a desaparecer(tengo tu saco azul)
Me piden que no te llore más.
Que no te llame más.
Que te deje ir.
Que si te llamo venís y que vos estar por dejar de ser
Pero yo sé que no es por vos que no te debo llamar.
Habrá que olvidar -y bueno- y pasará.
Y todo también pasará. Pobre.
Tan sólo te voy a dejar sin saber nada.
Ni el olor de donde estas.
Sin siquiera reconocer el olor de donde estas.
Mi corazón... ¡late! Sin tu mano enorme en mi cara.
¡Tu mano frente a mi cara!
¡Gigante, enorme!
¡Sola, no puedo más!
¡Acá -mirá- tocá acá!
¡Tu mano enorme y gigante en mi cara! ¡Ahhhhhh!
Canción de saco azul, nadie te va recordar
pero dentro de mi siempre te vas a quedar
siempre conmigo vas a estar.
Sólo es tu pecho Dios, que empuja como las olas del mar
siempre conmigo vas a estar.
El mundo va a caer, va a desaparecer (tengo tu saco azul)



sábado, 12 de marzo de 2011

Y esta ciudad me va a matar....



¡Soy porteño! Cabeza de departamento
no tengo espacio no tengo tiempo
envejeciendo trabajando en el microcentro
donde arriba sólo hay cables y abajo cemento.
Y ésta verdad es tan mortal
como este aire que sufro y respiro
yo recibo tanto odio hoy.

Los autos, esos seres abominables,
día a día van regando nuestras calles de sangre
y al fin de cuentas estamos pagando alto el precio
de este puto sacrificio al dios del progreso.
Y esta ciudad me va a matar y yo estaré acá
esperando en Boedo... Caballito o Boedo... no lo sé.